Elige tu propia aventura

Ciertos cuestionamientos solo merecen el silencio de aquel,
que amasa la respuesta tratando de recuperar,
la tan anhelada estación del año que lo recuerda en su barrio,
como niño o anciano.

La respuesta emitida podrá satisfacer al que escucha,
consciente de la responsabilidad que conlleva el "no",
sumergido en su cólera, perderá uno de sus cinco sentidos,
para luego así, utilizar los restantes,
en un claro intento de aturdir a su remitente.

Te privarán por un tiempo de esa eventual alegría:
pasar desapercibido, sin sonreir ni hablar.

Dicen todos que, "es algo que no acostumbraba",
desde aquella aventura de moretones y remos,
que le enseñó a cambiar de página,
que ahora le parece lejana.