Darwin tenía razón

Un hombre que experimenta cosas nuevas.
Conoce gente distinta.
Renovado.

Como aquel niño que da sus primeros pasos y que descubre que puede moverse hacia lugares en los que jamás estuvo. Siempre en un comienzo desconocidos. Todo le parece gigantesco. Se siente perdido por momentos. Pero la aventura de conocer y reconocer dichos espacios le hace olvidar el tiempo. Esa mente que no entiende como puede ser que uno se acuesta a dormir, cierra los ojos y de un momento a otro ya es de día. Ya su cuerpo cansado de tanto jugar, correr, imaginar y observar se encuentra renovado.

Día a día transcurre su vida. Viéndolo desde afuera podría resultar hasta rutinario: Jugar, dibujar, imaginar historias, representar personajes de fantasía. Mañana y tarde. Sin preocupación alguna. Solo ver si podía correr cada vez más rápido la vereda de su casa. O si al salir a andar en bici podía ir más lejos de lo permitido y volver por calles nunca antes vistas.

"(...)Crecer duele...", me dice muy seguido una amiga.

Estoy empezando a caminar por lugares nuevos. Pensamientos diferentes aparecen ahora. Imaginando posibles situaciones. Creando futuros. Realizando presentes. Recordando pasados.

Salud!
"Liberté, Égalité, Fraternité"