La puerta ya cerró, ahora hay que perderla de vista rápido, porque es fácil dar vuelta, mirar, y volver a caer de rodillas, a la espera del brillo de sus ojos, o el simple sonido de su voz.
Ella había dejado la luz prendida, y yo por debajo de la puerta la vi, despacio la entreabrí, y un perfume se pudo percibir, además del aroma de una comida recién preparáda.
Me daba mucha intriga, pero no te estaban esperando a vos, sólo ella,sus pensamientos y suspiros, buscaban la tranquilidad de la soledad, que solo se consigue así